Tema 3: los días santos
Jueves santo
El Jueves Santo se celebra:
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la Última Cena,
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el Lavatorio de los pies,
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la institución de la Eucaristía y del Sacerdocio
·
la oración de Jesús en el Huerto de Getsemaní.
b) La Eucaristía
Este es el día en que se instituyó la Eucaristía, el sacramento del
Cuerpo y la Sangre de Cristo bajo las especies de pan y vino. Cristo tuvo la
Última Cena con sus apóstoles y por el gran amor que nos tiene, se quedó con
nosotros en la Eucaristía, para guiarnos en el camino de la salvación.
c) El lavatorio de los pies
Jesús en este pasaje del Evangelio nos enseña a servir con humildad y
de corazón a los demás. Este es el mejor camino para seguir a Jesús y para
demostrarle nuestra fe en Él. Recordar que esta no es la única vez que Jesús
nos habla acerca del servicio. Debemos procurar esta virtud para nuestra vida
de todos los días. Vivir como servidores unos de otros.
d) La noche en el huerto de los
Olivos
Lectura del Evangelio según San Marcos14, 32-42.:
Reflexionemos con Jesús en lo que sentía en estos momentos: su miedo,
la angustia ante la muerte, la tristeza por ser traicionado, su soledad, su
compromiso por cumplir la voluntad de Dios, su obediencia a Dios Padre y su
confianza en Él. Las virtudes que nos enseña Jesús este día, entre otras, son
la obediencia, la generosidad y la humildad.
Día de la Caridad:
En México, los obispos, han establecido que el Jueves Santo sea el día
de la caridad. El objetivo de esto no es llevar a cabo una colecta para los
pobres, sino más bien el impulso de seguir el ejemplo de Jesús que compartió
todo su ser.
·
Viernes santo
En este día recordamos cuando
Jesús muere en la cruz para salvarnos del pecado y darnos la vida eterna. El
sacerdote lee la pasión de Cristo en la liturgia de la Adoración a la cruz. Ese
día no se celebra la Santa Misa.
El color morado en la liturgia de
la Iglesia significa luto. Se viste de negro la imagen de la Virgen en señal de
luto por la muerte de su Hijo.
¿Cómo podemos vivir este día?
·
Este día manda la Iglesia guardar el ayuno y la
abstinencia.
·
Se acostumbra rezar el Vía Crucis y meditar en
las Siete Palabras de Jesús en la cruz.
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Se participa en la Liturgia de Adoración a la
Cruz con mucho amor, respeto y devoción.
·
Se trata de acompañar a Jesús en su sufrimiento.
·
A las tres de la tarde, recordamos la
crucifixión de Jesús rezando el Credo.
· Domingo de resurrección
La Resurrección es fuente de profunda
alegría. A partir de ella, los cristianos no podemos vivir más con caras
tristes. Contempla los lugares donde Cristo se apareció después de Su
Resurrección
I
mportancia de la fiesta
El Domingo de Resurrección o de
Pascua es la fiesta más importante para todos los católicos, ya que con la
Resurrección de Jesús es cuando adquiere sentido toda nuestra religión.
Cristo triunfó sobre la muerte y
con esto nos abrió las puertas del Cielo. En la Misa dominical recordamos de
una manera especial esta gran alegría. Se enciende el Cirio Pascual que
representa la luz de Cristo resucitado y que permanecerá prendido hasta el día
de la Ascensión, cuando Jesús sube al Cielo.
La Resurrección de Jesús es un
hecho histórico, cuyas pruebas entre otras, son el sepulcro vacío y las
numerosas apariciones de Jesucristo a sus apóstoles.
Cuando celebramos la Resurrección
de Cristo, estamos celebrando también nuestra propia liberación. Celebramos la
derrota del pecado y de la muerte.
En la resurrección encontramos la
clave de la esperanza cristiana: si Jesús está vivo y está junto a nosotros,
¿qué podemos temer?, ¿qué nos puede preocupar?
Cualquier sufrimiento adquiere
sentido con la Resurrección, pues podemos estar seguros de que, después de una
corta vida en la tierra, si hemos sido fieles, llegaremos a una vida nueva y
eterna, en la que gozaremos de Dios para siempre.
San Pablo nos dice: “Si Cristo no
hubiera resucitado, vana seria nuestra fe” (I Corintios 15,14)
Si Jesús no hubiera resucitado,
sus palabras hubieran quedado en el aire, sus promesas hubieran quedado sin
cumplirse y dudaríamos que fuera realmente Dios.
Pero, como Jesús sí resucitó,
entonces sabemos que venció a la muerte y al pecado; sabemos que Jesús es Dios,
sabemos que nosotros resucitaremos también, sabemos que ganó para nosotros la
vida eterna y de esta manera, toda nuestra vida adquiere sentido.
La Resurrección es fuente de
profunda alegría. A partir de ella, los cristianos no podemos vivir más con
caras tristes. Debemos tener cara de resucitados, demostrar al mundo nuestra
alegría porque Jesús ha vencido a la muerte.
La Resurrección es una luz para
los hombres y cada cristiano debe irradiar esa misma luz a todos los hombres
haciéndolos partícipes de la alegría de la Resurrección por medio de sus
palabras, su testimonio y su trabajo apostólico.
Debemos estar verdaderamente
alegres por la Resurrección de Jesucristo, nuestro Señor. En este tiempo de
Pascua que comienza, debemos aprovechar todas las gracias que Dios nos da para
crecer en nuestra fe y ser mejores cristianos. Vivamos con profundidad este
tiempo.